DESARROLLA TU INTELIGENCIA EMOCIONAL COMO CANDIDATO
Vivimos una realidad compleja en la que cada vez se tiende más hacia el egoísmo y la individualidad. La lucha diaria que tenemos que afrontar para alcanzar nuestras metas hace que nos sintamos exhaustos y deprimidos. Puede que incluso pensemos que nadie nos entiende. Me gustaría preguntarte algo, ¿cuántas personas te han escuchado de verdad durante el día de hoy? No pienses en las que te oyeron o en aquellas que lo hicieron por obligación o con el fin de obtener algo a cambio. Solo ten en mente aquellas con las que realmente te sentiste a gusto y con las que tuviste la sensación de que verdaderamente estaban interesadas en lo que les transmitías. No son muchas, ¿verdad?
Cuando buscamos trabajo ponemos muchas veces la responsabilidad en el técnico de selección y en las personas que nos entrevistan. Tienen que hacernos sentir cómodos, darnos detalles del puesto y responder a las preguntas que les planteemos. Sin embargo, en pocas ocasiones nos ponemos en su lugar y entendemos el rol que juegan. Pedimos que nos entiendan pero no nos llegamos a poner en su situación.
El objetivo que tiene esta entrada es darte algunos consejos para que puedas desarrollar tu inteligencia emocional como candidato. Una definición adaptada a este contexto podría ser algo así:
La inteligencia emocional de un candidato es su capacidad para identificar, entender y gestionar tanto sus emociones como las de aquellas personas que le están entrevistando. Tiene el objetivo de poder generar un impacto positivo en los entrevistadores, haciendo que así pueda tener más probabilidades de ser seleccionado.
Sin embargo, la parte emocional se olvida muchos veces en las entrevistas porque se percibe a los entrevistadores como personas frías y sin sentimientos. La selección de personal es un claro ejemplo de un proceso de toma de decisiones. Imagina que tienes que comprar un coche. Puede que compares los caballos, las marcas y el coste de cada uno. ¿Sabes que será lo que determine por el que te decantarás? El que te haga sentir mejor. A veces podrás explicarlo y otras no, pero esa parte más irracional y emocional muchas veces nos da la clave de por qué actuamos como lo hacemos.
LA EMPRESA ES EL ANFITRIÓN PERO TÚ ERES SU INVITADO
Como tendemos a ver desde nuestro propia realidad nos olvidamos muchas veces de la otra parte. Queremos ser bien tratados y tener unos entrevistadores competentes. Y ojalá todas las entrevistas tuvieran esta calidad. Lo que olvidamos en ocasiones es que nos han invitado. Sí, así es, una compañía abre sus puertas e invierte dinero en ti desde el primer momento en el que te conoce. ¿A qué me refiero? A que la empresa está pagando dinero a sus trabajadores para que te conozcan. Toda entrevista tiene un coste temporal y por tanto económico.
Imagina que haces una fiesta en tu casa. Estoy seguro de que querrás que tus invitados hayan comprobado bien la dirección, vistan de forma adecuada y se comporten de manera correcta. Lo mismo pasa cuando ejerces el rol de candidato. Se espera de ti que muestres tus ganas por entrar en la compañía habiendo echado un vistazo a la página web, siendo puntual y mostrando educación y respeto durante la entrevista. Recuerda que esto es una relación de dos, y ambas partes tienen que hacer que la otra se sienta bien. Y aunque esto no ocurra por el lado de la empresa y técnicos de selección, debes dar tu mejor imagen aunque luego declines el puesto. Demuestra que la inversión que han hecho por ti merece la pena.
DESPIERTA EMOCIONES POSITIVAS EN TUS ENTREVISTADORES
Soy un fanático de las hamburguesas. Las disfruto y me encanta descubrir nuevos restaurantes en el que poder probarlas. Y lo que más me gusta es lo que me hacen sentir. Ya no solo es que sacien mi apetito sino que estoy feliz cuando las saboreo. Estoy seguro de que eliges hacer ciertas actividades porque te hacen sentir bien. Al igual que te alejas de aquellas personas y experiencias que te reportan cosas negativas.
Como candidato eliges qué tipo de emociones puedes poner sobre la mesa. Es difícil gestionar las de tus entrevistadores porque no los conoces. Pero sí es cierto que puedes influir en que sientan cosas positivas o negativas. Veamos ejemplos incorrectos que les llevarán a formarse una mala imagen de ti:
- Criticar excesivamente un trabajo: Generarás tensión en el ambiente y podrás dar la sensación de ser una persona negativa y problemática.
- Mostrar tu desesperación al no poder encontrar trabajo: Puede que despiertes una reacción de tristeza en el entrevistador si empatiza demasiado contigo. Sin embargo, eso no te llevará a ser seleccionado.
Piensa en tu rol como candidato y en cómo influyes en las emociones de los entrevistadores. Aquí tienes algunas claves que te diferenciarán de muchas personas que he conocido:
- Muestra tu ilusión y ganas: Tan fácil como eso. Si realmente te gusta el proyecto debes decirlo. Además, si consigues demostrar que verdaderamente te interesa el trabajo tendrás más probabilidades de ser seleccionado. ¿O es que no te sientes bien cuando haces un regalo a una persona que lo recibe con una gran sonrisa?
- Saca el aspecto positivo de tus malas experiencias: Ojo, no te digo que vivas en el país de la piruleta diciendo lo bueno y reconfortante que fue estar con una escayola tres meses tras aquel accidente de coche. Es más conveniente que expreses que viste el vaso medio lleno ante los problemas que relataste. Porque en el día a día de muchas compañías hay una gran infinidad de problemas y preocupaciones. Por eso se valoran tanto las personas que aportan ganas e ilusión, siempre que no pierdan el foco de la realidad. Y aquí tienes algunos ejemplos:
- Tuvimos un proyecto en el que echamos muchísimas horas. Además, coincidió con la salida de un compañero dejando el equipo en un momento crítico. Eso nos hizo sacar lo mejor de nosotros mismos y ayudarnos para poder llevar todo adelante.
- En esta experiencia laboral finalmente no contaron conmigo cuando se acabo la sustitución que cubría. Aunque me hubiera gustado continuar con ellos, es cierto que me llevé muchos contactos y aprendizajes que me ayudaron en mi futuro laboral.
LAS PERSONAS QUE TE CONOCEN TIENEN EL OBJETIVO DE CONTRATARTE
Si estás siendo entrevistado es porque hay una vacante que cubrir en la empresa. Eso significa que se necesita encontrar a alguien lo antes posible para poder empezar a trabajar en una tarea que no se está realizando. En cambio, en muchas ocasiones pensamos lo contrario. Creemos que los entrevistadores van a ir a pillarnos y a conseguir desestabilizarnos durante el proceso.
Podemos verlo como eso, y estar siempre a la defensiva. Sin embargo, podemos cambiar esas emociones negativas que nos despiertan por otras que no lo sean. Imagina que lo único que quieren es estar seguros de que vas a hacer bien el trabajo. Obviamente, para poder tomar esa decisión la tienen que apoyar en ciertas evidencias a través de preguntas y pruebas. Ante ellas puedes reaccionar de manera negativa o verlas como una posibilidad para demostrarles que eres la persona correcta.
Intenta en cualquier proceso de selección despertar emociones positivas en tus entrevistadores. Nos gusta rodearnos de aquellas personas que nos hacen sentir bien. Y piensa que pasarás más tiempo con tus compañeros de trabajo que con tus familiares, amigos y mascotas. En este mundo tan complejo y exigente se valora cada vez más trabajar con personas que hacen más fácil nuestro día a día.
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