TU VISIÓN EN LA GESTIÓN DE PERSONAS: ¿ARCILLA O PIEDRAS?

Publicado por Francisco FY en

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Nunca me ha gustado hablar de dicotomías o extremos, pues siempre he pensado que entre dos puntos se encuentran una amplia gama de matices. No todo es blanco ni negro, pero en esta pequeña lectura me apoyaré en dos extremos para que reflexiones en la manera que tienes de gestionar equipos, sobre todo en cuanto a tus creencias sobre cómo crees que pueden cambiar o desarrollarse a nivel profesional las personas con las que te rodeas.

Cuando se gestiona un equipo deben tenerse en cuenta una gran cantidad de elementos sobre las personas que lo componen, pero uno de los más importantes es su posibilidad de desarrollo. Algo muy interesante que aprendí en la carrera de psicología fue el problema que juega la mente a la hora de atribuir capacidades en los demás, y los posibles cambios de éstas en las personas que nos rodean.

¿Qué son las profecías autocumplidas?

El ser humano tiene distintos sentidos para percibir la realidad, y también un razonamiento lógico para darle una explicación a los distintos elementos que percibe. Tu manera de comportarte es una mezcla de tu percepción sensorial unida al significado que le atribuyes a esas sensaciones. No te preocupes si no eres muy amante de la filosofía, pero esta pequeña introducción sirve para explicar que te comportas con los demás muchas veces en función de ese significado, o de esa profecía que has creado sobre ellos. Cuando tienes una creencia firme sobre algo, harás lo posible para que acabe cumpliéndose. Si alguien te cae mal porque crees que es un mentiroso, es muy probable que hagas lo posible para demostrar que lo sea. Y esto es un gran ejemplo de lo que puede ocurrir en el mundo laboral y más concretamente en la gestión de equipos, el hecho de cómo tus pensamientos pueden jugar un papel crítico en el desempeño de las personas que te reporten.

¿Cómo afectan estos pensamientos a la gestión de equipos?

Imagina que te comunican que va a incorporarse un nuevo compañero de otro departamento a tu equipo. Te han encargado su supervisión durante los primeros meses. Lo primero que haces es preguntar al responsable sobre su anterior desempeño y te dice que aunque le dediques mucho tiempo será un desastre. ¿Cómo gestionarías su desarrollo?

El problema de esta situación, que se da en más de un trabajo, es que muchas personas tienen la visión de que la gente a nivel laboral no va a cambiar, es decir, si piensan que son un desastre no confiarán en esa persona ni invertirán tiempo en su desarrollo. Sin embargo, si piensan de manera positiva, harán lo posible por gestionar correctamente al trabajador. Y todo esto se relaciona, con cómo sea tu profecía autocumplida en relación a si los demás pueden, o no, cambiar su desempeño y corregir sus fallos.

Tu percepción de los demás: ¿Piedras o arcillas?

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Si percibes a los demás como arcilla, entonces tus acciones permitirán cambiarles, y por tanto ayudarles a cometer menos errores y hacerles mejorar en su día a día. Por otro lado, si percibes a los demás como piedras, difícilmente cambiarán, y si lo hacen será tras recibir muchos golpes. La diferencia entre la arcilla y las piedras es su maleabilidad.

Una de las características críticas que tiene un buen líder es la capacidad de ver a su equipo como arcilla, es decir, que crea que sus acciones permitan modificar y mejorar al equipo. Si un líder piensa que alguien de su equipo es un inútil, si pierde su confianza en esa persona y se lo transmite, entonces ese trabajador creerá que es un inútil y cometerá más errores. En cambio, si un líder piensa que el aprendizaje tiene errores, momentos de éxitos, adaptación y fracasos, entonces habrá más probabilidades de que pueda inspirar y dar herramientas a su equipo para que su rendimiento mejore.

Nunca se me olvidará una reflexión que tuve hace tiempo en relación a la gran influencia que pueden tener los jefes sobre su equipo, pues pueden ser capaces de convertir a un mal trabajador en alguien excepcional y al mejor de los trabajadores en una persona con bajo rendimiento.

Por tanto, la conclusión que debes llevarte es que si gestionas equipos debes hacerlo desde el punto de vista de la arcilla y no del de las piedras.


Francisco FY

Experiencia en selección desde 2012. He trabajado en los distintos tipos de empleador: ETT, Consultora, HeadHunter y Cliente final. Toda esta experiencia me permite entender a la perfección el proceso de selección y sus dificultades. Además, soy Coach y lo compatibilizo con mi experiencia en el mundo de los RRHH. Si quiere contactar conmigo escríbeme a mtelaboral@gmail.com

2 commentarios

joseluis · 27 mayo, 2015 a las 6:26 pm

Muy bueno. Gracias por compartir, muevo por Redes Sociales, Cadena de favores.

Carlos M Tarantino · 20 diciembre, 2015 a las 11:18 am

Buen artículo y buena analogía. Excelentes resultados cuando se aplica, lo puedo confirmar.
Además mejora la motivación al aumentar la autoestima y como consecuencia los resultados.
Gracias por compartir.

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