NO TE CONVIERTAS EN UN CRÍTICO DE EMPRESAS EN TUS ENTREVISTAS DE TRABAJO
Hace unos años trabajé en una consultora sobre la que se podría hacer una serie de terror. Tal eran las locuras que allí pasaban, que cuando empecé a buscar trabajo tenía reales dificultades en contar lo que había vivido. Mis sentimientos hacia esa compañía, hacían que quisiera criticar la mala gestión que viví y la gran cantidad de problemas que sucedieron durante mi beca. Sin embargo, intenté darle la mayor normalidad posible a todo lo acontecido y saqué lo más positivo de aquella experiencia. Eso me hizo conseguir un trabajo en muy poco tiempo.
Algo preocupante, es que he entrevistado a muchos candidatos que han criticado con dureza sus anteriores empresas, e incluso se han desahogado durante la entrevista. En los siguientes párrafos quiero compartir una serie de técnicas que te ayudarán a no caer en este gran error.
TODOS CRITICAMOS PERO…
Todos emitimos juicios, tanto positivos como negativos, acerca de la realidad que nos rodea. Puede que hablemos de un amigo, de nuestra pareja o de un suceso determinado. Dar nuestra opinión nos gusta y nos puede causar hasta una sensación de liberación.
Cuando estamos sufriendo una mala experiencia, y en este ejemplo quiero focalizarme en el ámbito laboral, puede que nos expongamos numerosas veces al foco negativo. No es lo mismo que no nos guste jugar al golf, a que tengamos que hacerlo obligatoriamente de lunes a viernes 8 horas al día.
Estar incómodo en una experiencia laboral puede generar mucha más energía negativa que haga que necesitemos desahogarnos de alguna manera. Blasfemar sobre el bajo salario que ganamos, o acordarnos de la familia de un mal jefe, son algunas de las estrategias que seguimos para sentirnos mejor. Pero hacer esto en la entrevista hará que seas descartado aun siendo el candidato ideal.
ENTIENDE EL ROL DEL ENTREVISTADOR
Un entrevistador no es ni un amigo, ni un psicólogo ni una persona que te ayudará a solucionar un problema. Mi trabajo es conocer lo mejor posible al candidato para ver si encaja o no en el puesto que estoy cubriendo. Si una persona habla excesivamente mal de su empresa, aun llevando toda la razón, lo único que consigue es perder su profesionalidad. Además, también está lanzado un mensaje de que se comportará de una manera similar si no está a gusto en su nueva empresa. En esta entrada podrás leer más sobre el rol del entrevistador
DALE UN ENFOQUE DISTINTO A LA SITUACIÓN
Estoy totalmente de acuerdo contigo en que hay situaciones lamentables en el mundo laboral y que son denunciables e injustas. Sin embargo, en una entrevista no debes enfocar toda la negatividad de lo que has vivido.
Lógicamente, te preguntarán por qué quieres cambiar de trabajo (en el caso de que estés empleado) o los motivos de que finalizases tu última experiencia laboral. Incluso pueden preguntarte algunos de los elementos que no te gustasen en tus anteriores empleos. Lo que quiero decirte con esto, es que es muy probable que tengas que sacar algún elemento negativo a la luz durante la entrevista.
Si estás tensionado y te encuentras mal, probablemente magnifiques la información dando todo tipo de detalles que no te harán ser mejor valorado. Por ello, antes de hacer la entrevista te invito a que reflexiones 5 minutos sobre cómo puedes contar la historia sin que suene tan negativa.
Hay que tratar el problema con normalidad e intentar extrapolarlo. Además, una herramienta muy positiva es sacar el punto positivo de la historia. Por ejemplo, si el motivo de cambiar de empresa fuese el ambiente de competitividad del departamento, podrías indicar que esta experiencia te ha permitido valorar más el trabajo en equipo y que te esforzarás por hacerlo aún mejor en el futuro por la importancia que tiene.
BUSCA UN APOYO ANTES DE HACER LA ENTREVISTA
Es fundamental que si estás viviendo un mal momento laboral, puedas desahogarte con alguien de confianza antes de explicar tu situación en la entrevista. Ya no solo por la opinión de la otra persona, sino porque podrás escucharte y analizar mejor por lo estás pasando. Si no lo haces, sería como hacer un triatlón y no haber tenido una buena preparación en las dos semanas anteriores. El estado emocional que tengas en el momento de hacer la entrevista, será sin duda una de las claves que te ayudará, o dificultará, el que seas seleccionado. Además, es muy recomendable que no sea la entrevista el primer lugar en el que cuentes lo que has pasado.
La moraleja de esta entrada es que lo importante no es lo que digas, sino cómo lo digas. Por ello, céntrate en lo positivo de cada experiencia, no lo enfoques desde el plano personal entrando en el detalle y no critiques duramente las empresas o compañeros con los que has trabajado.
1 comentario
Luis · 10 junio, 2016 a las 5:30 pm
Moraleja: nunca muerdas la mano de quien te oprime.