EL PODER DE LO NEGATIVO EN LAS ENTREVISTAS DE TRABAJO

Publicado por Francisco FY en

IMG-20200127-WA0007 (1)

 

Parece que existe la posibilidad de opinar libremente de todo, crecer, cambiar y desarrollarse sin límites. Cualquier persona es capaz de llegar a donde se proponga con la correcta dosis de esfuerzo, ganas y tiempo invertido. Estoy seguro de que habrás leído la famosa frase de “si puedes soñarlo puedes hacerlo”. Con una globalización y apertura como nunca, se entienden todo tipo de situaciones y contextos independientemente de que fueran buenos o malos momentos. Hay mayor respeto y, por tanto, más comprensión hacia los demás. Vivimos en la era de lo positivo y en la que todos ponemos nuestro granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor.

Aunque suene muy bonito, nada de lo que acabas de leer es cierto. La realidad es que atravesamos un momento complicado, no solo por la situación política, sino por muchos cambios externos que afectan a todos los niveles de la sociedad (Brexit, crecimiento de China, conflictos internacionales…) y a nuestra supervivencia como especie (cambio climático). Todo este cóctel, y muchos más ingredientes que no he añadido, suponen una combinación en la que el aspecto laboral supondrá mucha más inestabilidad, incertidumbres y cambios constantes.

Con tantas variaciones, las probabilidades de vivir experiencias negativas en el trabajo aumentarán: despidos, mobbing, mal ambiente de trabajo…; en este artículo, aprenderás cómo comunicar este tipo de vivencias en los procesos de selección en los que participes, sin ser descartado en el intento.

LA INCERTIDUMBRE QUE CAUSA LA INFORMACIÓN NEGATIVA

Quiero simplificar mucho este tema para que puedas sacarle el punto más práctico posible. Por ello, ten en cuenta las siguientes cuatro afirmaciones cuando estás realizando una entrevista:

  • Una entrevista de trabajo es una conversación entre dos partes (candidato y empresa).
  • Como candidato, tendrás que describir qué experiencia tienes y qué puedes aportar al puesto.
  • Como las personas que te conozcan no te verán trabajar durante el proceso de selección, lo que harán será predecir qué tal será tu encaje en el puesto junto a muchas variables que no descubrirás hasta que te incorpores (resto de compañeros del equipo, la realidad de la compañía, tu percepción del puesto de trabajo…)
  • Tu comportamiento pasado puede ser un buen predictor sobre cómo te comportarás en el futuro.

Tu encaje real en el puesto es algo que no se sabrá hasta que tú te incorpores. Tu rol como candidato será el de poder generar confianza para que la imagen que se formen de ti sea positiva, consiguiendo que te vean como una apuesta ganadora.

Y en lo laboral, se tiende a arriesgar lo menos posible escogiendo, en muchas ocasiones, a la persona que genera mayor seguridad. Por ello, en el momento en el que un candidato cuenta una experiencia negativa, por ejemplo, un despido, un caso de acoso laboral o una época en la que fracasó al no llegar a objetivos, el ambiente que se siente es más tenso y empiezan a aparecer las dudas de los entrevistadores hacia el entrevistado.

Pues vivimos en una sociedad en la que se busca la perfección y en la que los errores asustan. Por ello, aparecen con más frecuencia ofertas con decenas de requisitos que no hacen justicia a las cantidades ofertadas. Con el alto grado de exigencia presente en el mercado laboral, y la cantidad de profesionales que aspiran a muchos puestos, parece que hay que escoger a la persona ideal, o, en otras palabras, la que además de encajar en la mayoría de requisitos, nos transmita más seguridad y emociones positivas.

TRANSMITIR EXPERIENCIAS MENOS POSITIVAS

Aunque el adjetivo positivo y negativo tiene un alto componente de subjetividad, es cierto que hay experiencias que pueden ser consideradas por la mayoría como buenas o malas. A priori, un despido puede no ser visto con buenos ojos, aunque para la persona que lo sufre sea una total liberación debido a que no aguantaba más en la empresa.

A continuación, voy a darte varias reglas que te ayudarán a comunicar este tipo de sucesos:

  • Supera la experiencia negativa. Aquí tienes uno de los aspectos que más influyen y que menos se trabajan. Si no has pasado página ante un suceso negativo, entonces te va a pasar factura a lo largo del proceso de selección. Será muy probable que te vengas abajo emocionalmente cuando te toque hablar de él o que te sientas nervioso mientras haces la entrevista, debido a que sabes que en algún momento pueden preguntarte por esta situación. Intenta desahogarte, verlo desde otra perspectiva o incluso no dudes en recurrir a la ayuda de un profesional para que puedas superar la experiencia que tanto malestar te causó.

 

  • No des muchas justificaciones y explicaciones. Uno de los grandes errores cuando se comunican este tipo de experiencias se basa en intentar dar detalles y ejemplos con los que convencer al entrevistador de que tú no fuiste el único culpable de lo ocurrido. Sin embargo, cuantas más vueltas le des y más te justifiques, lograrás causar un efecto contrario, pudiendo hacer que llegues a perder la confianza del entrevistador.

 

  • No te centres tanto en lo ocurrido sino en las consecuencias positivas que tuvo para ti. Lo más importante de este tipo de situaciones no es lo que ocurrió sino cómo creciste con ellas. Por ello, da una explicación clara, sin extenderte mucho en los detalles y centra tu discurso en el aprendizaje y en la parte positiva que te ha aportado el suceso. Imagina el siguiente ejemplo, en el que fuiste despedido por no llegar a los objetivos:
    • Explicación errónea: “pues fue un despido por no llegar a los objetivos. Me quedé muy cerca de conseguirlos, pero la empresa está yendo bastante mal y tuvieron que tomar esa medida. Estoy seguro de que si me hubieran dado otra oportunidad lo hubiera hecho mejor, pero bueno, me quedo con la experiencia para mejorar
    • Explicación acertada: “pues el principal motivo del despido fue porque no alcancé los objetivos que me habían pedido. Aunque este tipo de situaciones no son fáciles de pasar, me ha permitido reflexionar para ver qué puedo mejorar en mi futuro profesional. Cursé un par de cursos de negociación y de técnicas de venta para tener más herramientas para mi próximo reto laboral. Ahora me siento con muchas ganas y preparado para afrontar con éxito el futuro”.

 

  • No caigas en la trampa del entrevistador si quiere tirarte de la lengua. Te admito que yo lo he hecho en alguna ocasión. Independientemente de la cantidad de información que me diera el candidato, he utilizado preguntas de exploración para ver cómo respondía. Por ejemplo, si fue un despido, le pregunté si pensaba que era justo o si estaba de acuerdo con el feedback que le habían transmitido. Aquí ten muchísimo cuidado, pues puedes caer en el error de dar algún tipo de información que no te beneficie.

 

  • Muéstrate abierto a dar referencias. Vas a generar mucha más confianza con tus palabras si estás pueden verse reforzadas por un responsable con el que trabajaste. Ahora bien, debes estar 100% convencido de que la persona que hablará de ti va a dar la misma versión que tú.

 

TEN MUCHO CUIDADO CON LOS CASOS DE ACOSO LABORAL

Hay ciertos temas que no recomendaría compartir en una entrevista, pues más que ayudar pueden conseguir que te sumerjas entre arenas movedizas de las que difícilmente podrás salir. Es probable que hayas tenido alguna experiencia realmente negativa. Un jefe que te faltara al respeto, compañeros que no te hablaran o incluso un cliente que se dirigiera con muy malas formas o que intentase flirtear contigo.

No olvides que tú tienes tu visión de la realidad sobre qué ocurrió, pero en toda situación hay muchos puntos de vista. Además, podría ser que tú también tuvieras algo de culpa en lo acontecido (puede que no pusieras los límites suficientes, que no te integrases más o que seas una persona muy susceptible). Ojo, no estoy hablando de que fueras, o no, la víctima, sino de que, en ocasiones, nuestro comportamiento nos hace ser también responsables de lo que nos ocurre.

Entre los requisitos de la oferta nunca debería aparecer, o eso espero, el vivir situaciones de este tipo. Puedes encontrarte competencias como la tolerancia a la frustración o gestión de la presión. Relatar este tipo de vivencias nunca será positivo, pues más allá de generar una sensación de lástima, puede que seas percibido como una persona conflictiva y con la que se pudiera repetir esa situación en el futuro. Un claro ejemplo es si estás de juicio con tu anterior empresa. Aunque sea una información relevante para ti, compartirlo durante el proceso de selección generará la incertidumbre de si también puedes acabar así con tu futura compañía.

Me encantaría decirte que vivimos en un mundo con una gran apertura y opción a las segundas oportunidades. La realidad es que esto no es así y que muchos prejuicios abundan. Ante lo negativo surgen dudas. Debes generar mucha confianza en tus entrevistadores y hacerles ver que eres una buena opción para el puesto de trabajo al que quieres aspirar. Por ello, centra tu discurso en lo positivo y despierta estas emociones para no solo dar más seguridad sino hacer sentir mejor a la persona que te esté escuchando.

 


Francisco FY

Experiencia en selección desde 2012. He trabajado en los distintos tipos de empleador: ETT, Consultora, HeadHunter y Cliente final. Toda esta experiencia me permite entender a la perfección el proceso de selección y sus dificultades. Además, soy Coach y lo compatibilizo con mi experiencia en el mundo de los RRHH. Si quiere contactar conmigo escríbeme a mtelaboral@gmail.com

0 commentarios

Deja un comentario

%d