MITOS Y LEYENDAS DE LAS ENTREVISTAS DE TRABAJO
Durante el mes de Septiembre vas a poder leer una serie de artículos con los que podrás prepararte para cualquier entrevista de trabajo. Te daré tanto conocimiento como técnicas que te ayudarán a generar la mejor impresión posible en esta fase del proceso de selección.
¿Y por dónde empiezo? Por desmitificar algunas creencias que se tienen sobre las entrevistas. Puede que tú las tengas, o tal vez no, pero en mi experiencia en el asesoramiento laboral he recopilado aquellas que se repiten y parecen ser más comunes. En este artículo te hablaré sobre las tres principales.
EN LA ENTREVISTA HAY QUE MENTIR Y DECIR COSAS QUE NO HAS HECHO
“Tú di que has hecho de todo”, “Invéntate estas funciones” y “Aunque no lo hicieras ponlo en tu CV” son ejemplos de consejos tan comunes como poco válidos a la hora de hacer una entrevista. Además, se tiene la percepción de que hay que inventar los logros que hemos tenido. Un ejemplo muy claro es en relación al nivel de inglés. En el 70% de entrevistas presenciales que realizo el nivel real es inferior al indicado por candidato en el CV y en la primera conversación telefónica.
¿Y esto por qué ocurre? Sin entrar en debates, y aquí te doy mi opinión personal, creo que vivimos en una cultura en el que se genera la necesidad de tener que exagerar las cosas de las que somos capaces. Y es algo que puede observarse en muchas profesiones, empezando desde políticos hasta deportistas. El problema que tiene hacerlo en las entrevistas es doble. El menos grave, que te pillen y seas descartado. Sin embargo, lo peor que puede pasarte es que consigas el trabajo y seas despedido por no poder cumplir las expectativas que tus palabras y CV generaron.
Es obvio que en la entrevista hay que venderse. Pero para ello no hay que mentir. Mi recomendación es que pongas en valor las cosas que sabes hacer. Y si consideras que eres bueno haciendo una tarea, debes exponerlo pero siempre con resultados y humildad.
Un consejo es no atribuirte el adjetivo a tu formad de ejecutar la tarea. No es lo mismo decir “Yo soy muy bueno en esto debido a…” a decir “Yo haciendo esta tarea obtengo resultados muy positivos debido a…”. En el fondo el mensaje es similar, pero mientras en el primer caso te halagas a ti mismo, en el segundo emites un juicio de valor sobre lo que haces y no lo que eres. Y créeme, no hay peor cosa que escuchar a alguien lo bueno y bonito que se cree ser.
Vale bien, ¿pero cómo digo que nunca he hecho algo?. Esto es algo que te ocurrirá en muchas ofertas, en las que tal vez tengas experiencia en el 70% de las funciones pero no en el 30% restante. Dos consejos para poder afrontarlo:
- Decir que te gusta aprender cosas nuevas y se te da bien adaptarte a la adquisición de nuevos conocimientos y experiencia.
- Busca tareas parecidas que realizaste y expón en la entrevista la relación que pueden tener. Ejemplo: Yo actualmente trabajo gestionando un equipo y tocando varias áreas de Recursos Humanos. Vamos a imaginar que quiero aspirar a un puesto comercial de venta de productos de Apple. Nunca he vendido un ordenador. Sin embargo, cuando hago entrevistas, en cierto modo estoy vendiendo las posibilidades de carrera que hay en mi empresa. ¿Es el mismo tipo de venta? No. ¿Puede haber competencias que estén relacionadas? Sí. Y aquí está la clave, en hacer ver al entrevistador que aunque no hayas hecho lo mismo sí que has realizado algo parecido.
EL ENTREVISTADOR ES LA BARRERA MÁS IMPORTANTE DEL PROCESO DE SELECCIÓN
Sin perjuicio de que los profesionales del mundo de los RRHH debemos mejorar, si piensas de esta manera tendrás muchos problemas en los procesos de selección en los que participes: irás a la entrevista nervios@, se te notará tu falta de afinidad y confianza con el entrevistador…
El objetivo de un técnico de selección es, valga la redundancia, seleccionar. A mí no me pagan por descartar gente. Me pagan por escogerla. Por tanto, yo soy tu mejor aliado para poder pasar a la siguiente fase. Te doy varios consejos para generar una buena relación con cualquier entrevistador que conozcas:
- Independientemente de la persona que tengas delante: Sé amable. Encontrarás gente de todo tipo, con mayor y menor experiencia. Algunos serán más cercanos y otros no lo serán tanto.
- Confía en el entrevistador. Si no lo haces será muy difícil llevar bien la entrevista.
- Combina cercanía con profesionalidad. Intenta por tu parte que la otra persona se sienta también a gusto durante el proceso.
Además, te invito a que leas este artículo que publiqué hace tiempo.
INFLA MUCHO TU SALARIO ACTUAL
Me gustaría diferenciar entre dos términos. Con salario actual me refiero al sueldo que estás ganando actualmente. Por otro lado, están las expectativas salariales, es decir, lo que te gustaría llegar a ganar en un nuevo proyecto. Existe la creencia de que hay que exagerar lo que estás percibiendo actualmente para que te ofrezcan una cantidad desorbitada. Sería algo así como decir que estás obteniendo 20.000€ (cuando realmente son 13.000€) y que te cambiarías por 25.000€. ¿Pueden conseguirse ese tipo de movimientos? Sí, pero es arriesgado.
Dependiendo de la pericia del técnico de selección que te entreviste, y también del potencial de la BBDD de la empresa, es muy normal tener datos salariales de lo que pueden estar ganando compañer@s de tu empresa. Aunque siempre hay excepciones, los salarios de los empleados deben seguir ciertas reglas y para mismas categorías deben estar situados en una franja similar. Por tanto, no es muy complicado detectar cuando un candidato exagera en cuanto a lo que gana actualmente.
También puedes hablar de tu variable indicando que es muy alto. Cuidado también con esto, ya que el mensaje que estás transmitiendo es que eres buen@ obteniendo resultados. Eso hará que se tengan unas expectativas elevadas hacia ti desde el minuto 0.
Para terminar el artículo, me gustaría compartir dos reflexiones sobre este último apartado:
- Cuanto más ganas económicamente también más pierdes en otros aspectos. ¿A qué me refiero? Piensa en el estrés, horas de trabajo, problemas, falta de conciliación…; Es imposible que te paguen más sin tener que renunciar a algo. No valores solo lo económico en tus entrevistas.
- Si tú mentiste con tu salario de entrada entonces no puedes enfadarte si la empresa te promete/miente sobre un cambio de salario que vayas a tener. Al final, hay una doble moral que se nos olvida muchas veces cuando la aplicamos pero no cuándo la sufrimos.
Espero que te gustara el artículo y seguimos la semana que viene con más información para que superes con éxito tus entrevistas de trabajo.
2 commentarios
cristian · 4 septiembre, 2018 a las 7:59 am
“Cuanto más ganas económicamente también más pierdes en otros aspectos” en mi opinión esta frase no es acertada del todo, en la experiencia que yo tengo.. una vez que te contrata una empresa y te asignan a un proyecto, hay la empresa ya se olvida de tu categoría profesional y de todo.. y si tienes que echar 250 horas extras en un año siendo junior.. pues las tienes que echar y punto.. y si tienes que discutir con el cliente de evolutivos .. pues se hace.. y da igual si ganas 5 o 1000 ese marrón te lo vas a comer por estar gestionando ese proyecto.. y eso me ha pasado teniendo niveles jerárquicos muy por encima de mi nivel.. al final se trata de sacar el trabajo hacia adelante y si ven que te achuchan y respondes van a seguir haciendolo y en muchas ocasiones sin ninguna gratificación.
Con respecto al resto del artículo esta bien.. pero no creo que se diga nada que la mayoría de la gente no conozca. Aunque quizás en los siguientes la cosa mejore.
Un saludo!
Francisco FY · 4 septiembre, 2018 a las 9:11 pm
Hola Cristian, gracias por tu comentario. Por lo que comentas trabajas en el ámbito de la consultoría y es cierto que es un terreno en el que cambias de un proyecto a otro y te exigirán más o menos dependiendo del cliente para el que trabajes. Obviamente cada uno tenemos una experiencia distinta. Yo lo que he visto y vivido, tanto en mí, como en otros compañer@s, es que cuando cambiaron a un proyecto con mejor retribución, tuvieron que perder algo. Eso no significa que no estuvieran cómodos por el cambio, pero al final, la retribución implica una serie de responsabilidades y exigencias que hacen que cualquier crecimiento salarial implique un sacrificio. Gracias por el comentario y espero que en siguientes artículos puedas encontrar contenido que pueda aportar algo nuevo.