BUSCAR TRABAJO AGOTA: APRENDE A BAILAR BAJO LA LLUVIA

Tras superar los 600 seguidores en Twitter me lanzo a escribir esta entrada que hará que te motives y te sientas mejor. Está claro que la búsqueda de empleo está cargada de negatividad y de desestabilización emocional. Por muy fuerte y duro que seas las consecuencias se notarán en tu estado de ánimo. El recibir un no por respuesta, esperar a que te llamen o ver que no encajas en ninguna oferta de empleo son el día a día de la búsqueda de trabajo. Es inevitable este malestar y dependerá de tu forma de ser el poder llevarlo mejor o peor. Vas montado en una montaña rusa emocional, lo que puede hacer que llegues a límites que nunca hubieras imaginado, afectando esto a tu vida personal y también consiguiendo que disminuyan tus posibilidades de encontrar lo que tanto anhelas.

Ahora hay que contrarrestar toda esa negatividad con elementos positivos que consigan estabilizarnos. ¿Alguna vez has pensado en las pequeñas cosas? Hay tantas que pasan desapercibidas a lo largo del día que podrías sorprenderte. Y algo aun más impresionante de ellas es lo reconfortarte que puedes sentirte si las experimentas de una manera distinta. La sociedad nos ha enseñado a disfrutar de todo aquello que cueste dinero intentando que olvidemos que la verdadera felicidad está asociada con aquello que no puede comprarse por ningún billete. Camina, pasea por la ciudad y fúndete entre las sensaciones que te rodean. Busca nuevos sitios y detalles. Descubre nuevos parques, escucha el sonido del agua de las fuentes y no dejes de imaginar la forma que tienen las nubes. Cada día tienes un amanecer y un atardecer con el que poder disfrutar. Haz de la rutina algo especial. Valora el poder ver un programa de la tele que te gusta o leer un nuevo capítulo del libro que tienes en la mesilla de noche. Haz ejercicio, y si no quieres gastarte dinero en el gimnasio puedes correr, caminar, subir y bajar escaleras o incluso buscar un grupo de amigos para practicar algún deporte.  Apóyate en los que te quieren. Abraza, besa, siente y reconfórtate. Hazlo las veces que lo necesites y hazles saber a esas personas lo importantes que son y lo mucho que te apoyan. No pagues con ellos tu malestar. Protege tus dolores con su cariño. Si no puedes apoyarte en nadie lánzate a buscar gente que esté como tú y que te pueda comprender. Y sobre todo, y aunque parezca una locura por la situación, debes reírte de la vida. La risa es el mejor antídoto para cualquier problemas. Tener buen humor hace que disfrutes de la vida y te sientas mejor. Pese a como fuera el día debes terminarlo con una sonrisa. Porque cuando naciste comenzaste llorando pero conforme creciste y viviste te diste cuenta de lo importante que es terminar riendo.

“Si se acercan tiempos de tormenta y vienen nubes negras, no te hundas, no, aprende a bailar bajo la lluvia”