GESTIONA TU CARÁCTER DURANTE LAS ENTREVISTAS DE TRABAJO
En muchas ocasiones he tenido ante mi CV de candidatos que parecían perfectos. Encajaban en la mayoría de los requisitos, algo que hacía que fuera a la entrevista con muchas ganas de conocerles. Sin embargo, tras compartir un tiempo con ellos, me di cuenta, que aun cumpliendo muy bien el nivel técnico, podían suponer una mala elección. ¿Cuál era el motivo? un fuerte carácter que podría llevar a que tuvieran conflictos durante su desempeño en la empresa.
LA DIFICULTAD DE DEFINIR EL CARÁCTER
Lo primero que he hecho es meterme en la RAE para ver la definición de esta palabra: Conjunto de cualidades o circunstancias propias de una cosa, de una persona o de una colectividad, que las distingue, por su modo de ser u obrar, de las demás. El problema es que no hay algo concreto que nos ayude a encontrar el carácter de una persona, ya que es una suma de pequeños elementos. Decimos que una persona tiene buen carácter cuando es agradable con los demás, no se enfada y normalmente se toma las cosas de una manera positiva. Sin embargo, una persona con mal carácter podría ser alguien que diera malas contestaciones, que se enfadara con facilidad y que chocara bastante con otras personas. También hablamos de personas con carácter, cuando nos referimos a gente que coge el caballo por las riendas y no tiene miedo en actuar; Y personas sin carácter, como si no tuvieran sangre en sus venas y estuvieran siempre paralizadas ante cualquier problema. En fin, un verdadero lío.
EL MAL CARÁCTER SE DETECTA EN LAS ENTREVISTAS DE TRABAJO
Creo que en cualquier ámbito social podemos inferir si una persona tiene buen o mal carácter a través de determinados signos. En las entrevistas de trabajo pasa lo mismo, incluso se puede ver intensificado debido a la tensión que genera el momento. Hay conductas que lo reflejan. Muchas de ellas son verbales. Por ejemplo, candidatos que responden de una manera muy seca a las respuestas, que elevan el tono de voz o que incluso comparten en la entrevista sus problemas a la hora de trabajar con un compañero o un responsable. Además, aunque a veces es difícil de explicar con palabras, percibo como una especie de clima de tensión entre el candidato y yo, cuando normalmente el clima general de las entrevistas que realizo es relajado. Se detecta también bastante en el lenguaje no verbal, por ejemplo, cuando una persona golpea con fuerza la mesa a la hora de explicar una determinada situación o en los gestos que pueda realizar. Aunque hay signos que puedan parecer más subjetivos, realmente es muy difícil para un candidato el esconder su mal carácter, ya que de alguna manera podrá aflorar en la entrevista. Y es preferible eso a que pueda entrar en la empresa y ser cuestionado por los conflictos que pueda tener.
EL MAL CARÁCTER LLEVA SIEMPRE A CONFLICTOS EN EL ENTORNO LABORAL
No soy de las personas a las que les guste utilizar la palabra siempre o nunca, pero en este caso es algo que pienso al 100%. Estamos en un entorno laboral que en la mayoría de las veces no es satisfactorio. Horarios extensos, sueldos bajos, malos jefes y compañeros son elementos que predominan en muchos trabajos. A todo eso, hay que añadir la velocidad con la que el entorno va cambiando, lo que hace que tengamos que exponernos a nuevas situaciones y dificultades. Los conflictos siempre aparecerán de alguna manera y eso llevará a choques y tensiones con otros miembros del equipo. Se comparten tantas horas con los compañeros de trabajo que es normal que se den ciertas fricciones. ¿En qué se traduce? En malas contestaciones, miradas, quejidos y conductas que llevan a que la otra persona se pueda sentir molestada y ofendida. ¿Y si tengo un mal carácter y lo oculto? es posible hacerlo, pero eso te llevará también a un conflicto interno y a tener que invertir muchas energías para poder gestionarlo. Te podrás convertir en una olla a presión que en cualquier momento pueda estallar.
¿SE PUEDE CAMBIAR EL MAL CARÁCTER?
Más que cambiar, la clave es saber gestionarlo. El primer paso es reconocerlo, si no lo haces difícilmente podrás tener un avance positivo en este aspecto. Lo segundo es hacer una especie de estudio para que averigües los siguientes elementos:
- ¿Qué es lo que te produce carácter? (Pueden ser tanto cosas que hagan los demás como algo que hagas tú).
- ¿Cómo actúa tu cuerpo cuando sientes que tienes mal carácter? (Esto es algo que muy poca se da cuenta y que puede ayudar a cambiar. Puedes notar más tensión en los brazos, ruborizarte más o golpear los dedos de tu mano contra la mesa. Cada persona lo puede mostrar de una manera diferente y la clave será intentar relajar la parte del cuerpo en la que notes esa tensión).
- ¿Qué haces? (Puede ser des una mala contestación, una queja o incluso el aguantarte).
- ¿Cuáles son las consecuencias? (Pueden ser tanto positivas como negativas, aunque muchas veces predominarán las segundas. Es importante diferenciar las consecuencias que te afecten a ti y a los demás).
- ¿Qué podrías hacer diferente para conseguir unas consecuencias positivas? (aquí tendrás la gran clave para que tu mal carácter no aflore)
Es muy interesante hacerlo cuando tengas un episodio en el que estés sufriendo mal carácter, para ver cómo lo analizas en caliente. Al final tendrás ante ti un puzzle sobre el que empezar a trabajar. Tener claro qué es lo que te pasa te ayudará a poder saber cómo cambiarlo. Hacerlo no es nada fácil, pero te ayudará a mejorar en tu vida personal y profesional.
Te invito a que dejes en los comentarios tu experiencia si tienes mal carácter o las que has tenido con personas que si lo tuvieran.
1 comentario
Eneko · 8 diciembre, 2016 a las 3:56 pm
Genial aporte, muy útil para los que aún no hemos realizado ninguna entrevista, para saber cómo abordarla. Desde mi punto de vista, creo que tengo buen carácter, pero voy a realizar una pequeña introspección a ver si estoy en lo correcto. ¡Un saludo!