PENSAMIENTOS QUE NO TE AYUDARÁN A ENCONTRAR TRABAJO: “SIEMPRE HABRÁ ALGUIEN MEJOR PARA EL PUESTO”
Es curioso como tendemos a realizar comparaciones que solo nos perjudican en nuestro día a día. Ya no solo cuando nos gusta una persona y nos da miedo lanzarnos a su conquista, porque pensamos que alguien será más atractivo, divertido o compartirá más aficiones con él/ella. Algo muy parecido se da en el ámbito laboral, ya que tenemos el pensamiento de que siempre habrá alguien mejor para el proceso de selección en el que participamos y eso nos produce miedo, ansiedad y nervios que mostraremos en la entrevista. Por ejemplo, pensamos que tendremos menos experiencia, menos títulos, peor nivel en idiomas que aquellos candidatos que imaginamos que competirán contra nosotros para el mismo puesto. Tu imaginación te está jugando una muy mala pasada porque no tienes acceso ni conoces el listado de candidatos contra el que te enfrentas, lo que puede hacer que te estés comparando de manera mucho menos realista. Incluso te diré, desde mi experiencia en la selección, que un CV no deja de ser una hoja de papel que muestra lo que cada uno queremos destacar de nuestra experiencia. Sin embargo, he conocido grandísimos candidatos que no tenían un CV brillante y viceversa, personas con una experiencia admirable que durante una entrevista no sabían sacar todo el potencial ni demostrar su valor. En una gran cantidad de casos importa mucho más las ganas, ilusión y motivación que tengas por trabajar, antes de que seas un experto en tu campo.
Y quiero que a partir de esta lectura cambies tu concepto de la selección. Debes dejar de pensar en lo que los demás tienen y sí pensar en lo que puedes aportar, en tu valor. Porque este factor sí que puedes identificarlo, mejorarlo y desarrollarlo. El resto de candidatos podrán tener características mejores y peores que tú, pero nunca las conocerás. Puede que tengas contacto con compañeros que hagan la entrevista para el mismo proceso, pero ni verás cómo hacen las entrevistas, ni tendrás acceso a lo que piensan las personas que tienen que elegirles. Por tanto, ¿te beneficia pensar que hay alguien mejor que tú? Honestamente no. Tampoco debes pensar que eres el mejor, porque hay que saber que tenemos virtudes y defectos. ¿Entonces qué pensamiento debo tener? El pensamiento de que haré todo lo posible por demostrar mi valor y las ganas que tengo de trabajar, aprender y mejorar. Y es bastante complicado demostrarlo en una entrevista y en la siguiente entrada del blog te enseñaré cómo hacerlo.
Pero primero vamos por partes, tu principal aliado y enemigo en cualquier proceso de selección serás siempre tú. Olvida a los demás, no tendrás acceso a ellos, pero sí que tienes poder sobre ti. Confía en tus posibilidades y asesórate bien. Una entrevista es muy importante en los tiempos que corren y es por ello que debes preguntar, ensayar y preparar la entrevista para ir con todas las armas posibles. Este blog puede servirte de ayuda en este proceso. Pero tienes que cambiar muchas ideas para poder mejorar y conseguir el empleo por el que tan mal lo estás pasando. Compararse es un proceso que pocas veces te ayudará. Cambia de perspectiva. Olvida lo que pueda hacer el resto y siéntete obligado de empezar a dar lo mejor para cambiar. Porque cuanto antes lo hagas, más posibilidades tendrás de encontrar trabajo.
3 commentarios
Roberto Lopez · 17 noviembre, 2014 a las 4:20 pm
Mantener una mentalidad y Aptitud Positiva influye lo bastante bien para quedarse en el Puesto!
y Si el Puesto es de Mandos Medios Hacia Arriba Requerirá que Mostremos mayor seguridad en uno mismo.
joseluispiquer · 6 enero, 2015 a las 2:45 pm
Muy buen artículo para todos los desempleados que usamos la etiqueta #EmpleoTW en Twitter, RT y le sigo feliz año 2015 con salud
María Dumont · 27 febrero, 2015 a las 11:59 am
Siempre he pensado y así he querido transmitirles a los candidatos con los que he trabajado que una entrevista es un proceso bidireccional: no estamos rogando la oportunidad de que nos den trabajo, sino que estamos valorando por una parte y otra si somos los candidatos idóneos para la empresa, su cultura y el puesto a desempeñar. Visionar al entrevistador en el mismo nivel que tú (la vida da muchas vueltas y no siempre es uno el que selecciona, sino que habrá ocasiones en los que la silla opuesta sea la tuya), ayuda a reequilibrar la situación. No rogamos una oportunidad, sino que vendemos el valor que podemos aportar con nuestros conocimientos y competencias. Nuestras motivaciones. Una negativa no es un fracaso, al contrario: un acierto porque será que no es tu sitio, al igual que en otras relaciones en las que nos podemos llegar a embarcar por cabezonería, no deberían haberse iniciado nunca.